River Monzón: González, Pizarro, Pascual, Alfonso, Ladyzhenskyy, Revilla, Sorinas, Claver, Saura, Mairal, Mendoza, Burgos, Pueyo, Montaner, Gumaneh y Urdiales.
Peñas Oscenses: Sampietro, Ramos Crevillén, Aniés, Lafuente, Grasa, Sola, Conte, Betrán, Sanagustín, Lasierra, Mairal, Visús, Ballarín, Royán y Allué.
Árbitro: Nadal. Bien. Lo mejor que se puede decir de un árbitro: pasó desapercibido.
Justa victoria del Peñas Oscenses, que en el cómputo general se mostró superior. Se inició el partido con claro dominio del equipo visitante, que se adueñó del centro del campo, con Grasa y Conte dominando esa parcela, arrinconando al River en su área. Así, a la salida de un córner, y tras rechace de Martín a un primer disparo desde la frontal del área, Sola adelante en el marcador a los peñistas. Siguió el dominio del Peñas, y tras una buena jugada por la banda izquierda, el goleador de la tarde, Sola, hace el 0-2. No sin grandes esfuerzos, mediada la primera parte, el River consigue sacudirse el dominio de los oscenses y acercarse tímidamente hasta la portería defendida por Sampietro, que sin verse muy exigido, demostró seguridad y buenas maneras.
En la segunda parte, el River consigue igualar el juego en el centro del campo, con Adrian Sorinas y Joel Alfonso disputando cada balón, y consiguiendo trasladar el juego al campo visitante, pero su defensa, especialmente por el centro se mostró segura y contundente. Ahora el Peñas se desplegaba en rápidos contraataques, especialmente por su banda izquierda, dando permanente sensación de peligro y haciendo emplearse a fondo a la defensa y portero “rivereños”, tónica constante durante toda la segunda parte, en la que los locales continuaron insistiendo en busca del gol que les metiera en el partido y que no llegó.
En definitiva, primera derrota del River ante un Peñas que causó una magnífica impresión, jugando la pelota desde su defensa y a ras de suelo y muy equilibrado en todas sus líneas. A destacar que a pesar de que el partido se puso cuesta arriba desde el principio para los locales, nunca se dieron por vencidos e incluso en la segunda parte lograron equilibrar la contienda. De todas formas, una derrota para aprender y un buen espejo en el que mirarnos.
Escuela de Fútbol River Monzón / Dep. Prensa
Peñas Oscenses: Sampietro, Ramos Crevillén, Aniés, Lafuente, Grasa, Sola, Conte, Betrán, Sanagustín, Lasierra, Mairal, Visús, Ballarín, Royán y Allué.
Árbitro: Nadal. Bien. Lo mejor que se puede decir de un árbitro: pasó desapercibido.
Justa victoria del Peñas Oscenses, que en el cómputo general se mostró superior. Se inició el partido con claro dominio del equipo visitante, que se adueñó del centro del campo, con Grasa y Conte dominando esa parcela, arrinconando al River en su área. Así, a la salida de un córner, y tras rechace de Martín a un primer disparo desde la frontal del área, Sola adelante en el marcador a los peñistas. Siguió el dominio del Peñas, y tras una buena jugada por la banda izquierda, el goleador de la tarde, Sola, hace el 0-2. No sin grandes esfuerzos, mediada la primera parte, el River consigue sacudirse el dominio de los oscenses y acercarse tímidamente hasta la portería defendida por Sampietro, que sin verse muy exigido, demostró seguridad y buenas maneras.
En la segunda parte, el River consigue igualar el juego en el centro del campo, con Adrian Sorinas y Joel Alfonso disputando cada balón, y consiguiendo trasladar el juego al campo visitante, pero su defensa, especialmente por el centro se mostró segura y contundente. Ahora el Peñas se desplegaba en rápidos contraataques, especialmente por su banda izquierda, dando permanente sensación de peligro y haciendo emplearse a fondo a la defensa y portero “rivereños”, tónica constante durante toda la segunda parte, en la que los locales continuaron insistiendo en busca del gol que les metiera en el partido y que no llegó.
En definitiva, primera derrota del River ante un Peñas que causó una magnífica impresión, jugando la pelota desde su defensa y a ras de suelo y muy equilibrado en todas sus líneas. A destacar que a pesar de que el partido se puso cuesta arriba desde el principio para los locales, nunca se dieron por vencidos e incluso en la segunda parte lograron equilibrar la contienda. De todas formas, una derrota para aprender y un buen espejo en el que mirarnos.
Escuela de Fútbol River Monzón / Dep. Prensa
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