RIVER MONZÓN: Vicente, Pizarro, Abdulay, Canalis, Ricardo Perera, Rodellar, Revilla , Sorinas, Burgos, Cebolla y Cónsul. También jugaron Raúl Perera y Grau.
BARBASTRO “B”: Llanos, Armisén, García, Sergio Castillo, Gabás, Murillo, Álvaro Castillo, Arroyos, Ramos, Jiménez y Castillo. También jugaron Sánchez, Mora, González y Moraga.
Dos partes bien diferentes las que se presenciaron en la mañana del sábado (aunque el partido se disputó a la hora de la comida). En la primera parte los locales no encontraron su sitio y eran los barbastrenses los que maniataron el centro del campo del River, y lanzaban desde ahí pelotas en largo, preferentemente por la banda derecha, que si no daban para grandes ocasiones, sí que permitieron obtener tres saques de esquina en los primeros minutos. A la salida de uno de ellos, Gabás remató de cabeza adelantando a los visitantes en el marcador. El River lo intentaba, pero no logró hacerse con el centro del campo en toda la primera parte y aunque gozó de un par de ocasiones para empatar el partido éstas fueron producto de jugadas aisladas más que del buen juego.
En la segunda parte cambió el decorado. Ahora sí que Sorinas y Revilla lograron hacerse con el centro del campo, y tanto Raúl Perera por la derecha como Nacho Burgos por la izquierda llevaban constante peligro a la portería visitante. Las llegadas al área eran constantes y parecía que el gol era cuestión de tiempo. Cebolla tuvo dos magníficas ocasiones, una de ellas desbaratadas por un defensa bajo los palos tras ser rebasado el portero. Hubo que esperar hasta el minuto 30 para que Cónsul, no sin suspense, pues su disparo fue desviado por el portero introduciéndose mansamente por su costado derecho. Se redobló la presión por parte local y cuando ya parecía que el partido concluiría con empate a uno llegaron las emociones fuertes. Ya en el descuento, minuto 36, un centro-chut de la izquierda lo remata Raúl Perera de primera llevando la pelota junto al palo derecho y el delirio al bando local. El esfuerzo había tenido recompensa. Pero todavía no estaba todo dicho. En el minuto 38 y tras una pelota larga que no logra despejar la defensa local, Moraga empalma de primera un buen disparo que se cuela por alto junto al palo derecho de la portería defendida por Adrián Grau. Ahora son los visitantes los que lo festejan, sin que hubiera tiempo para más. Los locales se retiran hablando de resultado injusto, término inapropiado, pues subjetividades aparte, el fútbol tiene algo (o mucho) de juego y no siempre gana el que más méritos contrae.
BARBASTRO “B”: Llanos, Armisén, García, Sergio Castillo, Gabás, Murillo, Álvaro Castillo, Arroyos, Ramos, Jiménez y Castillo. También jugaron Sánchez, Mora, González y Moraga.
Dos partes bien diferentes las que se presenciaron en la mañana del sábado (aunque el partido se disputó a la hora de la comida). En la primera parte los locales no encontraron su sitio y eran los barbastrenses los que maniataron el centro del campo del River, y lanzaban desde ahí pelotas en largo, preferentemente por la banda derecha, que si no daban para grandes ocasiones, sí que permitieron obtener tres saques de esquina en los primeros minutos. A la salida de uno de ellos, Gabás remató de cabeza adelantando a los visitantes en el marcador. El River lo intentaba, pero no logró hacerse con el centro del campo en toda la primera parte y aunque gozó de un par de ocasiones para empatar el partido éstas fueron producto de jugadas aisladas más que del buen juego.
En la segunda parte cambió el decorado. Ahora sí que Sorinas y Revilla lograron hacerse con el centro del campo, y tanto Raúl Perera por la derecha como Nacho Burgos por la izquierda llevaban constante peligro a la portería visitante. Las llegadas al área eran constantes y parecía que el gol era cuestión de tiempo. Cebolla tuvo dos magníficas ocasiones, una de ellas desbaratadas por un defensa bajo los palos tras ser rebasado el portero. Hubo que esperar hasta el minuto 30 para que Cónsul, no sin suspense, pues su disparo fue desviado por el portero introduciéndose mansamente por su costado derecho. Se redobló la presión por parte local y cuando ya parecía que el partido concluiría con empate a uno llegaron las emociones fuertes. Ya en el descuento, minuto 36, un centro-chut de la izquierda lo remata Raúl Perera de primera llevando la pelota junto al palo derecho y el delirio al bando local. El esfuerzo había tenido recompensa. Pero todavía no estaba todo dicho. En el minuto 38 y tras una pelota larga que no logra despejar la defensa local, Moraga empalma de primera un buen disparo que se cuela por alto junto al palo derecho de la portería defendida por Adrián Grau. Ahora son los visitantes los que lo festejan, sin que hubiera tiempo para más. Los locales se retiran hablando de resultado injusto, término inapropiado, pues subjetividades aparte, el fútbol tiene algo (o mucho) de juego y no siempre gana el que más méritos contrae.
Dani Miñana / Entrenador Infantiles River Monzon.
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